jueves, 15 de octubre de 2009

Filo-UBA: Universidad y movimientos populares en defensa del ambiente y la salud

POR OTRO BICENTENARIO
CONSTRUYENDO UNA UNIVERSIDAD CRÍTICA

Sábado 24 de octubre de 2009. De 9 a 17 hs. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires

Recientemente las Universidades Nacionales de Argentina han aceptado dinero proveniente de los beneficios que recibe YMAD (Yacimientos Mineros Agua de Dionisio) como parte de la Unión Transitoria de Empresas que conforma conAlumbrera Limited. Este año son 36,8 millones de pesos que (de acuerdo a la ley Nº 14771) deben ser repartidos entre Universidades Nacionales.

Sin embargo, desde diferentes sectores de la academia, planteamos el rechazo a ese dinero, porque su fuente no es dudosa. Porque sabemos que proviene de la mega minería y que esa actividad está contaminando nuestra tierra, enfermando a nuestra gente, desperdiciando nuestros recursos energéticos e hidráulicos. Y no lo sabemos porque lo intuimos, o lo leímos en algún diario, sino que desde hace mucho tiempo, numerosos científicos se han dedicado a investigar los problemas que acarrea esta actividad. Sin embargo, casi como una burla al compromiso con el planeta y con la sociedad, se decide aceptar dinero proveniente de empresas que están siendo procesadas por la justicia (la Cámara Federal de Tucumán Nº II dispuso sus procesamientos por violación del Art. 55 de la Ley 24.051) por contaminación.

Viendo estos hechos, y considerando que creemos que el rol de la Universidad en la sociedad no debe ser de ciega aceptación sino de crítica y de cuestionamiento, a favor del hombre y la mujer, del desarrollo y del bienestar de nuestros pueblos, es que llamamos a toda la comunidad a reflexionar ¿Qué tipo de Universidad queremos? ¿Cómo nos financiamos? ¿a qué poderes respondemos?

Enmarcamos esta reflexión en el trabajo por la víspera del Bicentenario porque creemos que la lucha por la salud, un ambiente sano, la protección de los recursos ambientales, es una lucha que no ha cesado desde la conquista, desde que llegaron los imperios saquean la tierra y sólo dejan pobreza y destrucción. Distinguiendo cómo la comunidad elabora y establece estrategias de resistencia, conscientes y conocedores sobre cómo el propio hábitat se contamina y la tierra y los ríos que son sede de nuestra historia se empobrece como los pueblos, es que llamamos a participar. Porque el debate de la comunidad será muy importante para poder elaborar líneas de acción conjunta frente a la intromisión y atropello de las empresas multinacionales en nuestra educación, en nuestra ciencia y en nuestra calidad de vida.

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